Pasabamos por aqui...

11 de diciembre de 2010

Cuando los suplentes funcionan...

Muchas veces compramos señuelos por que nos pescan a nosotros, los vemos en el estante y nos enganchan sus brillos sus formas y zaca... otro señuelo mas, pero despues nos damos cuenta que nuestra riñonera "solo" tiene 12 espacios, y que ya estan ocupados por los titulares de siempre , asi que ese señuelo nuevo se queda guardado en una caja de plastico a la espera de tener su oportunidad.
Algunos no la tendran nunca, otros si, y como en el caso de nuestro protagonista, un finder jerk de la casa Molix, relativamente pronto.
Aun no se muy bien por que sustituí un tide surf por este señuelo pero no me arrrepiento de la decisión.

El caso es que nuestro amigo tuvo su oportunidad más por descarte que por otra cosa, pero es que ya había lanzado de todo y no tuve ni toque, asi que como aun no habia amanecido y a la espera de poder colgar algún paseante, puse el finder jerk por hacer tiempo hasta que clareara un poco mas...

Al primer lance noto que la puntera trabajaba bastante, asi que empeze con una recojida lenta, para evitar enganchones porque aun no sabia realmente a que profundidad trabajaba.
Cuando llevaba unos metros noto clavada firme, per la primera idea es, "ya lo enganche", pero inmediatamente la piedra se movio, primero despacio, dio un par de cabezadas y avanzo unos metros hacia dentro, pero despues se cabreo y pego un par de carreras mas contundentes, sacando algo de trenzado ( Cualquiera detiene a una piedra cabreada). El sitio quizas no fuese el más adecuado para sacar una pieza, pero al ser alto me dejó pelear a gusto y cuando el bicho se fue cansando me dejó llevarlo hacia el otro lado, donde había un canal con una lastra baja. Cuando ya lo tenía a un par de metros, y para mi sorpresa, me dí cuenta de que no se trataba de un trozo de granito, sino de un robalo bonito y cabezón que seguía sin querer ir por el camino que yo le marcaba, y en uno de esos tira y afloja, con el robalo en la corriente, veo un aro de ceramica suelta en el trenzado, y una de las anillas con el trenzado directamente en el metal, "ahora si que no lo saco" pense, pero al poco una ola un poco mas grande me lo poso en la lastra suavemente, y ahi que le eche la mano y lo puse en seco, dando por acabada la pelea. Resultado: un robalito de 4,5 kg, de pura cepa pedrera, por su color oscuro.




Despues del obligado baile de la victoria y demas rituales varios, volví a la misma piedra a ver si por la zona merodeaba algun oscurito más, pero lo que salio a los pocos lances fue una zarretita pequeña que se volvio al agua, para que coja kilos por si algun dia se me da por el jigging.

insistiendo sobre la misma zona aun tuve otra picada mas de otra lubina que andaria por el kilo, y que ataco el señuelo justo a mis pies, cuando ya lo iba a quitar del agua, pero se solto casi al instante (revisando despues el señuelo vi que uno de los triples estaba abierto de la pelea con el robalo).

Por lo que podeis ver, nuestro amigo el suplente estaba enrachado, lo estaba dando todo, como cuando sacan del banquillo a un canterano para que se estrene en un campo de 1ª division.
Pero tanto forzo y tan crecido estaba que en el último lance intentó sacar y ahora si que era de las de verdad, la piedra mas grande que encontro bajo el agua, y ahí si que el trenzado dijo basta, y nuestro amigo alli se quedó.

En su honor, esta piedra, donde se estrenó y tambien se quedó, a partir de ahora pasara a llamarse Punta Molix.